[Marzo 2009]
Dos años después, aquí estoy. Un desahogo bueno, pero frívolo y poco pulido. Aviso que mi cabeza sólo ve curvas.
Renuncio a este mundo que no comprendo,
porque no me gusta,
porque no lo quiero.
Renuncio a seguir buscando lo que aún no he encontrado,
porque no lo veo,
porque ya me pierdo.
Renuncio a los caminos de rosas,
porque no existieron,
porque los destruyeron.
Renuncio volver a atarme a personas,
porque no las tengo,
porque no las entiendo.
Renuncio a ser imagen de moda,
porque es imposible,
porque soy demasiado mona.
Renuncio a amar,
renuncio a ser amada,
renuncio al sexo,
a dejar de estar desterrada.
Renuncio a ser alguien,
prefiero no ser nada,
renuncio a ser normal,
me quedo siendo rara.
No renuncio a cantar a voces,
ni a acariciarme cada noche.
No renuncio a leer mil palabras,
ni a escribir palabras contadas.
No renuncio a reírme a carcajadas,
ni a sonreírme cada mañana.
Todo está en la cabeza,
y la mía dice que no me pierda,
por un puñado de cervezas.
domingo, 15 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario