viernes, 28 de noviembre de 2008

[Marzo 2007]
Simplemente, mágico.

La noche cantaba, bajo la dama plateada. Rompe el silencio, entre las hojas, la mariposa. Pasada la media noche, todos descansan del derroche. Rozando el alba, ella hablaba. Ideas de nuevos años, envueltas en rizos castaños. Una mirada azulada, filosofaba. Perdida en el mundo, deshace sus nudos. Alas de nácar escriben palabras, buscando el sentido a lo no vivido. Aún sin razón, pierde el sentido por una canción. Mas primavera pasó, las palabras armadas, enseñan a no creer nada. Y las horas mostraron como saltar los charcos. Buscaba en la niebla, la ansiada nobleza, mientras se tornaba en locura toda la amargura, volviéndose risas, todas las desdichas. Pues mariposa se mentía y pintaba fantasías. "Caminar entre nubes, la vida" "Inocentes todas las sonrisas". Ondas amarillas avisan al día. Rozando el alba, ella no esta cansada. El infinito en su mirada, el corazón en sus alas de nácar, ignorando lo mundano, se vuelve loca, le quita la ropa. Al fin, cuando empieza a oler a jazmín, entre soles de algodones, abandona los colores. Lluvia de azúcar se escucha, ella, se acurruca. Mientras busca el sueño, cierra los ojos e inventa este cuento.

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